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COLUMNA- La seguridad fantasma zarateña

POR: Eduardo Rivas- Si uno pregunta a cualquier vecino de Zárate cuáles son los principales problemas que afronta el Municipio, el tema de la seguridad siempre está entre los primeros tres que se mencionan, y si uno trazara una media para todos los vecinos, la inseguridad es, de lejos, el problema más acuciante. Todos tenemos un amigo, un familiar o un conocido, si no somos nosotros mismo, que sufrió un hecho de inseguridad en los últimos tiempos, y así también lo entiende el propio Gobierno municipal, que tras haber destinado $ 137.578.600,44 en 2019, es decir el 4,29% del total de dinero gastado por el Municipio en aquel año, decidió enviar al Concejo Deliberante un Presupuesto para el año en curso en el que se destinaba un 5,56% del total del Presupuesto, es decir, $ 213.995.200,00.

Este incremento del 56% de la partida en términos absolutos, y del 29% en términos relativos, expone que la cuestión de la inseguridad es un problema que requiere cada vez más atención de las autoridades. Al menos al realizar ‘la expresión de deseos’ que representa el presupuesto municipal.

Hay quienes creen que la seguridad es una responsabilidad del gobierno provincial y muchos otros quienes creemos que es un compromiso del gobierno local, pero ambas visiones coinciden es que es necesaria una relación simbiótica entre ambas jurisdicciones ya que ninguna por sí sola es capaz de dar solución al problema. Al respecto la Ley Orgánica de Municipalidades es clara y contundente cuando establece, en su artículo 178,  que ‘El Intendente tendrá como auxiliares para el cumplimiento de sus atribuciones y deberes: 1° A los secretarios y empleados del Departamento Ejecutivo. 2° A los organismos descentralizados. 3° A las comisiones de vecinos que se nombren para vigilar o hacer ejecutar obras o prestar servicios determinados. 4° A las autoridades policiales establecidas en la jurisdicción de la Municipalidad.’

Y esa interacción debe ser consensuada en base a planes y programas de acción concretos, no sirven las puestas en escenas como la del Secretario de Seguridad Sergio Berni, de quien poco más se supo en Zárate tras haber montado la ‘espera’ al Intendente en una de las puertas del Municipio, ni tampoco la política de oídos sordos que practica el Intendente Osvaldo Cáffaro de resumir todo a la cuestión del COVID-19, porque como dicen muchos vecinos en las redes ‘si no te mata el coronavirus, te matan los delincuentes’, y fundamentalmente porque lo que sostiene el intendente es mentira.

Y las pruebas de la mentira oficial saltan a la vista.

En Zárate no hay móviles suficientes para patrullar el Distrito, pero de manera solidaria en la noche del sábado 21 de noviembre un móvil se apostó en la isla para impedir la realización de fiestas clandestinas en aquel lugar, fiestas que según se pudo ver en las redes sociales se han desarrollado con anterioridad, pero con una particularidad no menor… el predio no está ubicado en el Distrito Zárate. Para ser claros, los móviles que no recorren las calles de Zárate se ubican en Campana para impedir reuniones en predios privados en los cuales, por una cuestión jurisdiccional, no puede actuar. Es una suerte de seguridad fantasma.

Y por si esto fuera curioso, aún hay más.

Cierto es que el gobierno municipal practica la solidaridad bien entendida, puesto que no es que sobrado de recursos destina uno al vecino Partido de Campana, en realidad comparte la escasez.

Cabe preguntarse el porqué de la escasez, y la respuesta está a los ojos de todos… de todos los que quieran verla, porque muchos se tapan los ojos ante la realidad. Basta acercarse al predio municipal de Avenida Perú y calle España y allí encontrarán las respuestas. Porque mientras el Municipio envía al Concejo Deliberante el expediente 4121-2132 llamando a la licitación pública 13/2020 de ‘Mantenimiento de Espacios Verdes 2020-2023 – Sector II’, que como era de esperar es público solo el articulado básico y esconden los anexos que conforman la columna vertebral de la licitación convocada, se marchitan a la intemperie numerosos vehículos municipales.

Porque mientras ciertos funcionarios tienen vehículos oficiales, los vecinos no tienen vehículos que los cuiden.

Un rápido paseo por dicho ‘cementerio de autos municipales’ permite ver vehículos ploteados con los isologos anteriores de la gestión municipal, patrulleros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, vehículos de seguridad ciudadana municipal, de la DPU local, incluso algunos sin identificación municipal… mientras en las calles de Zárate no se ven vehículos cuidando la seguridad de los vecinos…y los pocos que se ven van a cuidar Campana.

Todos hablan de la necesidad de mayor seguridad. Acá están algunas de las explicaciones de por qué no hay seguridad en Zárate.

¿Cuál es la gestión de Alejandro Cimiotta al frente de la Secretaría de Seguridad? No lo sabemos porque más allá de haberse contagiado de COVID-19, tener a su segundo denunciado por acoso y haberse vuelto a hisopar, aunque esta vez dio negativo, nada se hace público y todo se oculta.

Pasaron más de seis meses desde su asunción, cuando en declaraciones periodísticas afirma que ‘puedo aportar lo que tiene que ver con el orden administrativo y las cuestiones a resolver para poder conseguir recursos. También tengo la visión ciudadana necesaria, el contacto directo con el vecino, y el perfil negociador para tratar de coordinar y articular con todas las fuerzas de seguridad’, visto lo visto que aquí exponemos, parece que falló la predicción.

Tiene la posibilidad de demostrar en hechos lo que en los seis meses de gestión al frente de la Secretaría de Seguridad no demostró. ¿Lo hará o la seguridad en Zárate seguirá siendo fantasma como hasta ahora?

FUENTE: https://principedelmanicomio.wordpress.com/2020/11/23/la-seguridad-fantasma-zaratena/