Por: Eduardo Rivas (@EduardoRivas07)- El oportunismo en la política local
El mundo está lleno de amigos del campeón, aquellos que solo aparecen cuando hay éxito, cuando el viento sopla a favor. En Zárate, esta situación se replica con especial intensidad, sobre todo en el gobierno local y en su área de Protección Ciudadana. El problema de la seguridad, lejos de ser abordado con estrategias sólidas y coordinadas, se utiliza como una herramienta discursiva para obtener beneficios políticos.
Las declaraciones contradictorias del Intendente
El martes pasado, el Intendente Municipal Marcelo Matzkin realizó declaraciones sobre la seguridad en el distrito. En un discurso en el que alternó entre seguridad y prevención según la conveniencia, afirmó:
‘En seguridad es nuestra prioridad… nosotros… no me voy a resignar a que no podemos mejorar en inseguridad. Enero respecto a diciembre en materia de denuncias, tanto del COZ como de policía, enero de este año 2025 fue mucho mejor que enero 2024 pero fue peor que diciembre del 2024, eh, en cuanto a hechos de hurto, de robo, estamos dentro de los parámetros de los municipios que menos problemas tienen, pero no sirve eso al vecino, al vecino que le roban es todo. Entonces está bien el reclamo del vecino, eh…’
Sin embargo, estas palabras contrastan con lo que el mismo Matzkin afirmaba en diciembre de 2023 cuando asumió el cargo. Es notorio y evidente el barrileteo del Intendente que va donde lo lleva el viento.
‘En materia de seguridad debemos ser implacables en el trabajo de la prevención, vamos a hacernos cargo. No puede servir de excusa que no está escrito en la Ley Orgánica Municipal, que no es obligación del Municipio dar prevención en materia de seguridad.’
El juego de palabras: seguridad vs. prevención
Esta contradicción deja en evidencia un cambio de discurso según la necesidad política. Mientras que en diciembre se hablaba de asumir la responsabilidad de la prevención, ahora el argumento es que la seguridad es una competencia exclusiva de la Provincia de Buenos Aires y que el municipio solo tiene un rol preventivo por decisión propia.
Sin embargo, esta estrategia discursiva no es nueva. En varias gestiones municipales se ha visto cómo se juega con la terminología para desviar responsabilidades y evitar el costo político de la inseguridad. Este mecanismo no solo confunde a los ciudadanos, sino que también evidencia una falta de compromiso real con la problemática.
La realidad desmiente el relato
Pero la realidad en Zárate no coincide con el discurso oficial. Ejemplo de ello es lo ocurrido recientemente en el centro, a metros del anfiteatro Homero y Virgilio Expósito, donde en menos de tres minutos unos delincuentes robaron una camioneta estacionada.
A pesar de que el Intendente insiste en que el municipio brinda prevención, las imágenes muestran que no hubo acción alguna para evitar el delito. No hubo prevención, no hubo respuesta inmediata, no hubo seguridad.
Este episodio se suma a una serie de hechos delictivos en los que la falta de acción municipal ha quedado en evidencia. Comerciantes, vecinos y trabajadores de la zona han manifestado su preocupación ante la ausencia de patrullaje efectivo y respuestas concretas. La sensación de vulnerabilidad crece, y con ella, la desconfianza en las instituciones.
Cuando el trabajo ajeno se usa como propio
Días después del robo, la Policía Bonaerense logró desbaratar una banda dedicada a este tipo de delitos. En ese momento, aparecieron los amigos del campeón.
El municipio publicó un video editado con imágenes de varias cámaras, sugiriendo que el Centro de Operaciones Zárate (COZ) había sido clave en la captura de los delincuentes.
Sin embargo, en ningún momento se evidencia que el COZ haya evitado el delito o alertado en tiempo real. ¿Qué papel jugó realmente el municipio? Si cuenta con cámaras operativas, tal como afirmó el Intendente en conferencia de prensa, ¿por qué no se activó una alerta ante el robo? ¿Nadie vio lo que estaba ocurriendo en las pantallas? ¿Por qué no se actuó antes?
Las cámaras: ¿prevención o marketing?
El accionar del municipio abre interrogantes:
Si el COZ monitorea las calles, ¿por qué no se detectó el robo en tiempo real?
Si las imágenes no se utilizan para evitar delitos, ¿para qué sirven?
¿El gasto en infraestructura de seguridad está justificado si no hay acción inmediata?
¿Cuántos recursos se destinan realmente a la seguridad y cuántos a la propaganda oficial?
Tiempo atrás, el municipio presentó un video de una camioneta circulando a alta velocidad por la Costanera, y en aquella ocasión mostraron cómo se tomaron medidas para detener la situación. ¿Por qué en ese caso sí y en el resto no? ¿Fue una puesta en escena para la tribuna? ¿Por qué no exponen cuantos hechos delictivos fueron desbaratados por día?
Un gobierno que juega con la imagen
El gobierno municipal de Zárate queda nuevamente expuesto. Su estrategia parece centrarse en generar una sensación de acción a través de discursos y videos editados, pero la realidad lo desmiente una y otra vez.
Mientras el municipio se esfuerza en construir un relato de seguridad y prevención, los hechos demuestran que los delitos ocurren sin que haya intervención alguna.
Y cuando finalmente la Policía Bonaerense hace su trabajo, los amigos del campeón aparecen para sacar provecho del logro ajeno.
La seguridad de los vecinos de Zárate necesita acciones reales y eficaces, no discursos que se contradicen con los hechos. La farsa del gobierno municipal sigue en escena, pero la realidad, cada vez con más frecuencia y violencia, lo abofetea.

