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Columna: ¿Otra vez sopa?

Por: Eduardo Rivas (@EduardoRivas07)- Si bien era un run run que rondaba en los corrillos políticos, la portavoz presidencial Gabriela Cerruti lo ubicó en otro nivel. Tras una reunión de algunos intendentes bonaerenses con el Presidente de la República en la Quinta de Olivos el pasado 17 de noviembre, mencionó ‘Es algo que están trabajando los intendentes, el Gobierno escucha y va a escuchar y en algún momento se va a tomar alguna decisión’.

¿A qué se refería Cerruti? A lo prescripto en el artículo 3 de la ley Orgánica de Municipalidades, que fuera incorporado por la Ley 14836 y que estipula que ‘El Intendente y los Concejales serán elegidos directamente por el pueblo, durarán en sus funciones el término de cuatro (4) años y podrán ser reelectos por un nuevo período. Si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período’.

Resulta curioso que el tema se plantee en términos federales cuando se trata de una realidad provincial, que debe ser debatida en el ámbito bonaerense y que surge tras la reunión con un dirigente, el Presidente Fernández, que no pertenece al ámbito de la Provincia de Buenos Aires.

Inicialmente cabe mencionar que no le corresponde al Presidente de la Nación inmiscuirse en una cuestión que corresponde, exclusivamente, a los bonaerenses. Dicho esto, veamos el fondo de la cuestión.

La reelección, en términos abstractos, no es ni buena ni mala, por ello hay que contextualizarla, y a tal punto es malo el contexto local argentino que se recurre, con demasiada asiduidad, al ejemplo de la Primera Ministra Ángela Merkel en la República Federal de Alemania, como un ejemplo de reelección no cuestionada, para defender tal proceso. Lo que ¿olvidan? decir quienes enarbolan este caso es que el sistema federal alemán es parlamentario y el bonaerense no, lo cual implica que quien resulta ungido Canciller Federal lo hace producto de una negociación política que implica un juego de suma positiva, y no un juego de suma cero como es el caso de las elecciones a intendente en la Provincia de Buenos Aires y omiten, a sabiendas, la principal diferencia, la Provincia de Buenos Aires no es la República Federal de Alemania.

En términos concretos, entonces, ¿Qué ocurre con la reelección de candidatos municipales en la Provincia de Buenos Aires? Si uno lo analiza en forma teórica, mal puede oponerse a que el pueblo elija, en igualdad de oportunidades, a quienes quiere que lo gobierne, pero he allí la cuestión fundamental, las oportunidades no son iguales, ni siquiera similares.

Tomemos como ejemplo el caso local.

En las últimas elecciones el Intendente Municipal violó la ley electoral que impide los actos de gobierno en los 15 días anteriores a la realización de los comicios.

El Intendente Municipal no expone ante la ciudadanía la rendición de cuentas del uso del dinero de los vecinos.

El Intendente Municipal regala parte de este dinero falseando la información de por qué se entrega.

El Intendente Municipal espía a sus vecinos para lograr disciplinamiento absoluto.

El Intendente Municipal gobierna con mano dura, obviando al Departamento Legislativo, sin aplicar Ordenanzas vigente y firmando (¿Firmando? ¿Los firma él realmente?) decretos por doquier sin control ciudadano.

El Intendente Municipal gobierna, con la complicidad del Concejo Deliberante, en emergencia permanente sin rendir cuenta de sus acciones.

Y ese Intendente Municipal se presentaría a la reelección.

Intendente que, como los concejales zarateños en períodos pre y post elecciones generales, puede dejar de trabajar para dedicarse a la campaña electoral.

¿Cómo comparar el caso de Osvaldo Cáffaro con el de Ángela Merkel? Hay un abismo en el medio.

En política son importantes la alternativa y la alternancia, y que sea el pueblo quien decida quién quiere que lo gobierne. Pero esto solo puede hacerse bajo un respeto irrestricto de las normas legales vigentes, cosa que el Intendente no profesa.

En consecuencia, es fundamental que las normas vigentes se apliquen. Y la legislación actual estipula que Cáffaro no puede presentarse a la reelección.

Aunque resulte una obviedad, dadas las circunstancias sería interesante escuchar la palabra del Intendente. ¿Piensa respetar el espíritu de la ley o procurará una interpretación retorcida de la norma? Si la norma se derogara o hubiera una interpretación legal que permitiese una nueva reelección, ¿Se presentaría a un nuevo mandato o daría un paso al costado?

Todo indica que el oficialismo buscará que sus intendentes puedan presentarse a elecciones para cubrir un nuevo período de gobierno. ¿Los vecinos lo avalarán?

La dirigencia política, ¿Dara el ejemplo por una vez o seguirá pensando sólo en su propio beneficio?

AUTOR: https://principedelmanicomio.wordpress.com/2021/11/27/otra-vez-sopa-3/