Por: Eduardo Rivas (@EduardoRivas07)- Una mentira repetida… ¿se convierte en verdad?

Lo marcamos hace un año: Matzkin mintió, y quien lo deja expuesto es el propio Intendente.

El tiempo pasó y no solo mintió varias veces más, sino que sumó a Natalia Blanco a la mentira, en una práctica que procura que nadie saque los pies del plato y todos resulten corresponsables de lo ocurrido. Una metodología que se asemeja más a una estructura mafiosa que a una gestión democrática.

En Zárate se impone el relato por sobre la gestión. La verdad se disuelve entre publicaciones con filtros, conferencias edulcoradas y decretos mal redactados. Información oculta. Pero los papeles, cuando aparecen, hablan por sí solos.

El show de las “adendas” sin licitación

Cuando creíamos haber visto todo, el viernes pasado vimos lo que parece ser el clímax. Aunque conociendo al personaje, cuesta afirmarlo. Hasta ahora, es lo más lejos que han llegado… o lo más bajo.

En marzo de 2024, Matzkin publicó en sus redes que tomó: ‘la decisión de no volver a renovar los contratos vigentes y empezar el proceso de una nueva licitación de mantenimiento de espacios verdes con más zonas y con una exigencia de mayor frecuencia, sin descartar el mantenimiento de ciertas zonas con personal municipal’.

Una promesa que, como tantas otras, quedó en el aire. El estado actual de los espacios públicos sigue siendo calamitoso, y los contratos provisorios, lejos de haberse terminado, siguen extendiéndose en la más absoluta irregularidad.

Decretos que se pisan, decretos que se copian mal

El último viernes se publicó la Edición N° 98 del Boletín Oficial Municipal donde figuran dos ‘curiosos’ decretos: el 165 y el 166.

En el Decreto 165, se autoriza una décima adenda contractual con el prestador Diego Raúl Montero, vigente del 1 al 28 de febrero de 2025, bajo la excusa de que: ‘a la fecha, la Municipalidad de Zárate se encuentra trabajando en la elaboración de la documentación correspondiente para el llamado a una nueva licitación…’

Este verso fue repetido textualmente en septiembre, noviembre, enero, y ahora abril, con la sola novedad de agregar: ‘…la adjudicación de la nueva licitación podría producirse en el mes de marzo de 2025’

Un agregado patético, ya que el decreto tiene fecha 1 de abril de 2025 y se indica ‘marzo de 2025’. O sea, ¡hablan en futuro de algo que no sucedió en el pasado inmediato!

En cuanto al Decreto 166, la situación es aún más vergonzosa: repiten lo mismo pero para el mes de marzo, y cometen el error de copiar como Visto… ¡el articulado del decreto anterior. Impresentables.

Sí, ni siquiera saben copiar y pegar.

Dos meses más de contratos que no existen

La conclusión es clara: El 1 de abril extendieron una concesión que debía terminar en febrero y otra que debía adjudicarse en marzo, pese a que no se realizó ni siquiera la convocatoria de la nueva licitación.

Esto no es solo una falta de prolijidad. Es una violación flagrante de los principios de transparencia, eficiencia y legalidad administrativa, pilares que deben regir la contratación pública.

Matzkin mintió. Matzkin sigue mintiendo. Lo hace con compañía. Y lo hace con total impunidad.

¿Y SILYR CLEAND?

Llama la atención que no haya decretos similares para la empresa adjudicataria del otro sector de mantenimiento de espacios públicos, SILYR CLEAND S.R.L., que maneja el SECTOR I bajo la LICITACIÓN PÚBLICA Nº12/2020.

¿Se olvidaron de prorrogarle también? ¿O lo están cocinando para la semana que viene?

De ser así, sería apenas otro capítulo en la tragicomedia administrativa de una gestión que improvisa, copia mal, miente y oculta.

La excepción como norma

Los vecinos de Zárate ya se acostumbraron a que lo “provisorio” se vuelva eterno.
Contratos que se prorrogan años sin control, funcionarios que juran cargos inexistentes, promesas que nunca se concretan.

Y todo con un estilo de conducción basado en el relato unilateral y una propaganda oficial que cuesta millones, los medios reproducen sin modificar una coma, mientras se le dice a la gente que “no hay recursos”.

En el SIBOM, por ejemplo, es posible rastrear múltiples actos administrativos firmados por el Ejecutivo local en los que se invocan situaciones ‘excepcionales’ para justificar contrataciones directas o renovaciones sin licitación, incluso cuando hay tiempo y recursos para hacerlo correctamente.

Entre la desidia y el desprecio por el ciudadano

Lo más preocupante no es el error técnico o legal. Lo más preocupante es la despreocupación absoluta por rendir cuentas, por sostener la palabra empeñada, por responder ante la comunidad que los eligió.

Zárate no necesita excusas. Necesita que los decretos sean coherentes, que las promesas se cumplan y que las prioridades se pongan deben estar: en el bienestar común y no en la protección de intereses privados o amigos del poder.

El Distrito como campo de ensayo de la impunidad

La continuidad de estos mecanismos ya no puede leerse como casualidad. La gestión de Matzkin parece haber convertido a la Municipalidad de Zárate en un campo de ensayo de la impunidad.

Nada parece importar mientras los números cierren para los de siempre y los comunicados del oficialismo sigan mostrando una realidad paralela.

Pero el deterioro ya no se puede esconder: la infraestructura urbana colapsa, los barrios están abandonados, el transporte se reduce, los servicios empeoran, y los recursos municipales siguen yendo a parar a contratos opacos y publicidad oficial.

Pinocho es intendente

Con todo esto, parece que los zarateños eligieron a Pinocho de Intendente.
Pero no se trata solo de una nariz que crece con cada falsedad, sino de una estructura de gobierno montada sobre la negación, la trampa y el relato vacío.

Y mientras tanto, los decretos se pisan, las licitaciones nunca llegan, y el estado de la ciudad se degrada a la misma velocidad con la que crece la impunidad de quienes deberían estar rindiendo cuentas a la sociedad.

¿Y ahora qué?

Mientras el Ejecutivo sigue mintiendo, desde el Concejo Deliberante el bloque oficialista actúa como furgón de cola, blindando a Matzkin y votando a libro cerrado todo lo que se presenta.

Nadie lee nada, nadie analiza nada, nadie pide informes, nadie controla, nadie exige. ¿Dónde están los representantes del pueblo?

La ciudadanía tiene derecho a saber quiénes son los verdaderos responsables de esta degradación institucional, y a exigir que dejen de subestimarla.