Por: Eduardo Rivas (@EduardoRivas07)- De los 135 distritos en los que se divide la Provincia de Buenos Aires, 24 llevan un nombre diferente al de su ciudad cabecera. Algunos ejemplos son:
Capilla del Señor, cabecera de Exaltación de la Cruz.
Miramar, cabecera de General Alvarado.
Mar del Plata, cabecera de General Pueyrredón.
Henderson, cabecera de Hipólito Yrigoyen.
Vedia, cabecera de Leandro N. Alem.
Sin embargo, en los 111 distritos restantes, el nombre de la ciudad cabecera coincide con el del partido. Esto no significa que la ciudad abarque la totalidad del distrito, sino que simplemente es su cabecera administrativa.
Un caso particular es el de Bartolomé Mitre, que mutó su nombre en función del de su ciudad cabecera y hoy se llama Arrecifes.
Identidad y confusión
A primera vista, este tema podría parecer una simple cuestión toponímica, pero adquiere relevancia cuando una parte del distrito tiene una identidad cultural propia, como sucede en:
Lima dentro del partido de Zárate.
Las distintas localidades que conforman San Isidro.
La situación se vuelve más compleja cuando funcionarios públicos y dirigentes políticos no comprenden estas diferencias y mezclan conceptos, generando confusión.
Errores en los discursos públicos
El 31 de enero se conmemora el aniversario de la traza urbana de la ciudad de Zárate, pero muchos dirigentes lo celebraron como si fuera el aniversario del Partido de Zárate en su conjunto.
En sus mensajes en redes sociales, varios actores políticos demostraron una gran falta de conocimiento sobre el territorio al que representan. Entre ellos el Intendente Municipal Marcelo Matzkin, la diputada Agustina Propato, el ex Intendente Osvaldo Cáffaro y la concejal María Elena Gallea. Es curioso el caso de La Libertad Avanza que no se sumó públicamente con ninguna salutacón ni se le armó algo ad hoc como a otros sectores políticos.
Intentando ser inclusivos, mencionaron Zárate-Lima como si esta fuera una entidad independiente, cuando en realidad el nombre ‘Zárate’ ya abarca ambas localidades. En otros casos, se agregó a Escalada e Islas, dejando afuera la zona rural, demostrando que no tienen claro el territorio del que hablan.
Falta de una visión integral
El problema de esta confusión no es menor. Si quienes gobiernan o aspiran a hacerlo no comprenden qué es Zárate, ¿cómo pueden plantear un proyecto serio para su futuro?
No tiene sentido hablar de ‘Zárate y sus localidades’ de manera fragmentada. Sería como hablar de Argentina y mencionar las provincias en lugar del país como un todo.
Este desconocimiento también se extiende a la ciudadanía. Si los habitantes no tienen claro el concepto de su propio distrito, ¿cómo pueden involucrarse activamente para mejorarlo?
La importancia de la identidad territorial
Para poder desarrollar políticas efectivas y fomentar un sentido de pertenencia, es fundamental que tanto la dirigencia como la ciudadanía entiendan la estructura territorial de Zárate.
El reconocimiento de cada una de sus partes, sin forzar divisiones innecesarias o intentar enumeraciones que siempre dejan a alguien afuera, es clave para pensar en un crecimiento equitativo y sostenible.
Zárate no es solo su ciudad cabecera, pero tampoco es una sumatoria de partes aisladas. Zárate es mucho más que eso, Zárate es mucho más que las suma de sus partes. Es un distrito con una identidad propia que debe ser comprendida y respetada.
Reflexión final
Como mencionamos ayer ‘Hoy, todos celebrarán un nuevo aniversario de la creación del Partido de Zárate. Pero mañana seremos pocos los que estaremos trabajando para que sea el distrito que queremos.’
Si ni siquiera sabemos de qué hablamos, ¿cómo podemos esperar algo mejor?
La construcción de un proyecto de futuro para Zárate no puede basarse en discursos confusos o desconocimiento de su identidad. Es necesario un debate serio, informado y participativo para definir qué distrito queremos y cómo lo vamos a construir juntos.

