ZÁRATE– En los pasillos del Hospital Zonal Virgen del Carmen hay nombres que se vuelven parte de la historia misma de la institución. Uno de ellos es el de la Lic. en Enfermería Griselda Benicelli, quien después de 35 años de entrega, vocación y calidez humana, inicia ahora una nueva etapa: la jubilación.

Griselda fue parte fundamental del área de Identificación de Recién Nacido, un sector en el que el cuidado y la responsabilidad se combinan con la ternura de acompañar el inicio de nuevas vidas. Allí dejó no solo su profesionalismo, sino también un sello personal de compromiso y cercanía con las familias que pasaron por sus manos.

Su labor no se limitó a la asistencia: también formó generaciones de enfermeros y enfermeras a través de su trabajo en el Comité de Docencia e Investigación, donde transmitió no solo conocimientos técnicos, sino la pasión por una profesión que es, ante todo, un servicio a los demás.

Hoy, colegas, amigos y pacientes celebran con ella este merecido descanso. Entre abrazos, anécdotas y recuerdos, queda la certeza de que Griselda no solo cumplió una carrera, sino que construyó una huella imborrable en la historia del hospital y en el corazón de quienes compartieron su camino.

¡Feliz jubilación, Griselda! El guardapolvo se cuelga, pero el legado queda.