Por: Eduardo Rivas (@EduardoRivas07)- ¿Capacitados para legislar o apenas para levantar la mano?
Si bien el artículo 37 de la Constitución Nacional garantiza el derecho a elegir y ser elegido, y promueve la igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para acceder a cargos públicos, esto no implica que cualquiera esté capacitado para ocupar esos cargos. El principio democrático de acceso no es -ni debe ser- una carta blanca para el ridículo institucional.
Esto queda dolorosamente claro en Zárate, donde el Concejo Deliberante parece haberse transformado en una mezcla de sketch de Capusotto con reality show de bajo presupuesto. Y no estamos exagerando.
🧻 Un beneplácito que da vergüenza ajena
En la última sesión legislativa, el bloque de Unión por la Patria presentó el Expediente 134/25, solicitando declarar el ‘beneplácito por el natalicio’ de Eva Duarte de Perón. Sí, leyeron bien: no un homenaje, no un recuerdo, no una evocación. Un beneplácito por haber nacido. Como si el cuerpo deliberativo pudiera emitir una especie de certificado de aprobación celestial.


Más allá de los errores gramaticales y ortográficos del texto (que ya sería motivo de preocupación), la confusión conceptual que encierra la propuesta revela el nivel de improvisación: los concejales no solo desconocen la historia argentina, también ignoran las prácticas legislativas más elementales.
🎬 Debate sin rumbo: cuando nadie sabe de qué se está hablando
El tratamiento del expediente generó un debate bochornoso, innecesario y caótico. El pedido de lectura de los vistos y considerandos por parte de la concejal Marcela Budano, más que un aporte al contenido, fue una forma de asegurar su momento de protagonismo, como si el Concejo fuera una pasarela y no una institución democrática.
Y entonces vino el estallido.
El concejal de la Unión Cívica Radical Norberto Toncovich se animó a cuestionar el contenido y la pertinencia del proyecto. Tiró la piedra y se sentó a ver cómo estallaban las esquirlas: peronistas y antiperonistas se lanzaron a un intercambio absurdo, con intervenciones sin sentido y contradicciones discursivas de antología.
🧳 Marisa De Silva: viaje al centro de la confusión
Una de las más llamativas fue la intervención de la concejal viajera Marisa De Silva, exdelegada en Lima bajo la gestión peronista de Bernués. En su intento de no quedar mal con nadie (ni con su pasado ni con su presente), balbuceó frases sin sentido histórico ni político, para luego votar a favor del proyecto.
‘Traer a Eva ahora a otra realidad me parece de alguna manera un tanto parcial…’
Ambigua, confusa, desorientada. Y contradictoria, como varios en la sala.
🙃 Natalia Blanco: abstención con la mano levantada
La presidenta del bloque de Juntos, Natalia Blanco, no se quedó atrás. Su intervención fue un festival de muletillas, frases inconclusas y dudas existenciales.
‘Eh, me parece que… eh… bueno… perdón. Presidente, me voy a abstener. Perdóneme.’
Y sin embargo, levantó la mano al momento de votar. Porque en Zárate, hasta abstenerse es confuso.
🧮 Tres votaciones, ninguna cuenta
El momento cumbre lo protagonizó el presidente del Concejo, Walter Unrein, con la inestimable e inefable colaboración de la Subsecretaria del Concejo Deliberante Ana Laura Alleman, quien tuvo que someter a votación el expediente ¡tres veces! porque no sabe contar.
De 18 concejales presentes, los números no cerraban nunca. Unrein primero contó 17, luego 19, luego volvió a 18. Como en un bingo mal organizado, las abstenciones y los votos negativos cambiaban de número cada vez. Al final, se votó hasta que dio.
🙈 El problema no es la falta de votos. Es la falta de neuronas.
Muchos concejales votaron diferente a lo que acababan de decir. Blanco y Digiuseppe, que dijeron que se abstendrían, votaron afirmativamente. La disociación entre el discurso y el acto es total. El automatismo se impone: levantan la mano como reflejo condicionado, sin escuchar, sin pensar, sin entender.
🤥 Walter Unrein, el concejal que dijo que no quería ser concejal
Unrein, además, es el paradigma del doble discurso. Le prometió a los vecinos que no iría por la reelección.
Y luego mintió sin pudor.
Hoy, no solo volvió, sino que no escucha, no conduce, no entiende el reglamento. Y cuando finalmente lo intenta aplicar, lo hace mal.
📜 Votaciones ilegales y reglamento roto
Pero no todo terminó allí, porque en otro Expediente tratado en ese sesión -de mayor gravedad institucional, ya que implica ceder facultades del Concejo al Ejecutivo– debió ser votado de forma nominal. Así lo exige el artículo 87 del Reglamento Interno del HCD.
‘Será nominal toda votación […] siempre que lo exijan dos de los Concejales presentes.’
El concejal Matilla lo pidió explícitamente. Y aunque nadie lo apoyó Unrein dijo que así lo haría, aunque luego ignoró el pedido. Y peor aún: varios ediles siguieron como si nada pasara. Alejandra Berni, María Elena Gallea e Ignacio ‘Smithers’ Olivera levantaron la mano como si nada. La ignorancia es trasversal.
El reglamento no se cumple. Las decisiones son inválidas. El descontrol es total.
🏗️ Terciarización, negocios y votos ciegos
Mientras se votaban expedientes sin saber qué trataban, pasaban proyectos clave: como uno que permite el loteo, la privatización y la concesión encubierta de edificios públicos.
El Estado municipal, bajo Matzkin, se transformó en una inmobiliaria, y el Concejo Deliberante firma los papeles sin asumir responsabilidades.
🛑 Derecho a ser elegidos… ¿pero derecho a ser inútiles?
Lo dijimos, el artículo 37 de la Constitución Nacional garantiza el derecho democrático a ser elegidos. Pero eso no garantiza competencia, formación ni compromiso. La escena del expediente 134/25 es solo una muestra de la decadencia institucional, de la banalización de la función legislativa, y de la irresponsabilidad con que se gestiona el poder local.
En el fondo, lo que queda en evidencia es que muchos de los concejales zarateños no saben qué están haciendo, ni por qué están ahí.



